Supersticiones y no tanto; el mal de ojo

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El mal de ojo es una de las supersticiones más arraigadas prácticamente en todas las culturas del mundo, por lo cual, la pregunta es; realmente es una superstición. Cuantas veces nos encontramos con personas que no conocemos pero sentimos cuando nos miran que de alguna forma nos afectan, ya que después de haber estado con ella, ese día nos sentimos incomodos, nerviosos y las cosas no salen como debieran, en algunos casos esa incomodidad se traduce en dolor de cabeza constante, luego en insomnio y si se mantiene en el tiempo puede llegar a

desarrollar enfermedades graves, descontando los estados depresivos o de angustia durante el proceso que pueden derivar en obesidad u otro tipo de adicción.

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Por lo tanto, no pasa por creer o no creer, sino en evaluar experiencias y relacionar, ya que si algo estamos seguros es que no todo tiene explicación científica, pero somos seres muy sensibles a nuestro entorno e interactuamos con el, eso es irrebatible, así que tal vez debamos redefinir lo que conocemos como superstición y darle un lugar más serio en nuestra vida, para poder así hacerle frente.

El mal de ojo ocupaba un lugar muy especial entre las creencias de los aborígenes americanos, así por ejemplo en américa del sur, los aborígenes creían que las personas de ojos azules tenían mucho poder y por ello los respetaban o les temían.

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Otras tradiciones lo relacionan con la magia, destinada a generar un mal o daño a una persona, por pedido de otra, siendo uno de los pedidos más comunes que se les hacia a las brujas o curanderos, quienes dominaban el arte, incluido en lo que se conoce como magia negra.

Una creencia no muy antigua, dice que hay que tener mucho cuidado de las personas, que con solo mirar la mayonesa la cortan, o aquellos que dicen que no pueden hacerla por que no les sale.

El caso de los bebes es uno de los mas comunes relacionados con el mal de ojo, ya que sin querer las personas que poseen una mirada penetrante o mucha energía, pueden afectar a los pequeños, sin querer, ya que con solo hacerles un cariño, lo afectan.

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En este caso también se puede evaluar la existencia del problema, ya que las madres antaño recurrían a la curandera para que vieran si su hijo tenia mal de ojo, ya que estaba muy inquieto o no dormía bien, y una vez que la curandera aplicara su técnica para curarlo, misteriosamente el niño dejaba de tener los síntomas, esto era así creencia o superstición, los niños no son influenciables por ellas para hablar en este caso de autosugestión.

Una técnica muy utilizada para proteger a los bebes del mal de ojo es la de colocarles una cinta roja como pulsera, ya que el color desviará la mirada que pueda causarles daño. pero además tiene una buena explicación física, ya que el color rojo es el mas energético por el rango de frecuencias de la escala cromática, algo muy conocido en cromoterapia, por lo tanto se suma al efecto de desviar la atención, una carga extra de energía que ayuda a proteger la integridad energética del niño y también de las personas susceptibles al mal del ojo o la envidia. 

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Entre los métodos de los curanderos o de aquellas personas a las que se les transmitió la técnica para curar el mal de ojo, se encuentran las tres gotas de aceite en un plato de agua, junto con una oración que se repite mientras se dejan caer las gotas, que en el caso de estar ojeado o tener mal de ojo, estas revientan la primera vez y el proceso se continua repitiendo hasta que dejan de hacerlo, momento en el que se concreto la cura.

Otra técnica para contrarrestar el efecto del mal de ojo, sin recurrir a un curandero, es la engañar al mal, poniéndose la ropa interior al revés, caminando hacia atrás cuando se entra en una habitación, haciendo que se llame a la victima por otro nombre, cambiando la cabecera de la cama o en resumen haciendo las cosa que se acostumbran diametralmente al revés, ya que intención es revertir el daño.

Esta creencia es muy antigua, ya que en China se acostumbraba en aquellas familias que atravesaban por desgracias como la muerte de un hijo varón joven, a los próximos nacimientos en la familia, cuando eran varones ponerles nombre de mujer, para engañar a los demonios que le habían arrebatado la vida al integrante de la familia.

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Según la tradición para trasmitir el conjuro y la técnica que era del mal de ojo, debe llevarse a cabo solamente a las 12 de la noche del 24 de diciembre, cuando comienza la Navidad, ya que en ese momento se encuentran potenciadas las buenas energías relacionadas a los buenos deseos o augurios, que se profesan en esta noche tan especial de unión familiar.

Extraído del Canal de Youtube “Sanarnosª

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