La palabra superstición tiene su origen en el latín y se traduce como; "súper" o "sobre" y "statuens" o "establecer", por lo tanto su significado hace referencia a todo lo sobre entendido o establecido, o sea lo que todo el mundo sabe que es así y por lo tanto no requiere de una explicación lógica.
Etimológicamente otra palabra del latín "superstitio", se traduce como "extraño a la fe religiosa y contrario a la razón". Según los historiadores se estima que las primeras supersticiones tendrían registros ya en mas de
40 mil años atrás, momento en el cual el hombre vivía asediado por los peligros del entorno, por lo tanto necesitó desarrollar a modo de supervivencia psíquica creencias y costumbres para tranquilizar su espíritu.
La pata de conejo una de las supersticiones mas antiguas para atraer la suerte.
Llevar una pata de conejo para atraer la suerte, así como para protegernos de toda negatividad en realidad no tiene su origen en este animalito, sino en la liebre. Fue en una de las regiones de la Europa Medieval, donde existía la creencia de que las brujas se transformaban en liebres, para introducirse en las casas donde había mujeres que amamantaban bebes y pasando desapercibidas cuando estas se adormecían bebían la leche de sus pechos, para rejuvenecerse y fortalecerse.
Esta historia tiene asidero en que antiguamente los animales en las granjas convivían con las familias y por lo tanto circulaban libremente en la casa de sus amos, quienes aprovechaban además su calor corporal para protegerse del frío invernal. Las liebres eran criadas con mucho cariño, por los granjeros quienes las consideraban como criaturas mágicas que incluso había que evitar ingerir.
En documentos históricos de la época se hace referencia a la costumbre en la cual las mujeres embarazadas y durante la época de lactancia, tenían por costumbre sentarse en un rincón del hogar, colocando en su regazo a uno de estos animalitos para que las calentara, por ello las brujas adoptaban esta forma.
La relación entre la pata de liebre y la suerte, radicaba en que los huesos del animal eran utilizados por la medicina antigua para curan la gota y otros tipos de reumatismos o también los calambres, condiciones muy comunes en la Europa Medieval y que por lo tanto un medicamento para ese problema tan doloroso era prácticamente venerado.
Una de la condiciones para el hueso de la liebre fuera eficaz sobre la dolencia se basaba en que debía tener una articulación intacta.
