Las supersticiones, pero desde el enfoque científico, ya que
según un nuevo estudio se ha comprobado el efecto de este tipo de creencias que
acompañan al hombre desde sus orígenes, la cuales hasta ahora solo se
consideraban como parte de las tradiciones culturales o simplemente creencias,
sin embargo van mucho más allá, conozcamos por qué.
Las distintas creencias supersticiosas arraigadas en todas las
culturas del mundo, que pueden evitar la mala suerte o atraer el bienestar y la
felicidad, por algo se mantenido vigentes a través de
los siglos, dicen los
científicos, que a través de un nuevo estudio pudieron corroborar sus efectos
sobre los seres humanos.
Por lo tanto la ciencia llego a la conclusión que esta
creencias supersticiosas hasta cierto punto funcionan, la nueva investigación ha
comprobado por ejemplo, que cuando se cree en el poder de un amuleto protector o
capaz de atraer la buena suerte, realmente ayuda a quien le brinda consciente o
inconscientemente una mejora de su rendimiento ante determinadas situaciones de
la vida.
Así lo definió un equipo de psicólogos pertenecientes a la
Universidad alemana de Colonia, en un informe publicado en la revista Ciencia
Psicológica, en el cual se incluyó en una serie de experimentos en los cuales
intervinieron estudiantes universitarios, sobre tareas que requerían del uso de
habilidades mentales como la memoria y motrices, a través de las cuales se pudo
evaluar el efecto sobre la conducta y el uso de un objeto supersticioso, como
por ejemplo amuletos de buena suerte.
Un experimento consistía en evaluar la influencia del concepto
o creencia sobre la buena suerte, en la prueba se les dio una pelota de golf a
los participantes, a un grupo se les dijo que la pelota atraía la buena suerte,
y puntualmente este grupo superaron en las pruebas al grupo que solo recibió la
pelota sin más.
Otro experimento consistió en dar a los participantes un cubo
con bolas pequeñas y una losa con agujeros, el objetivo era colocar el mayor
número de bolas en los agujeros lo más rápido posible, se dividió en dos grupos
a los participantes y a uno de ellos se les dijo que los investigadores iban a
cruzar los dedos por ellos para que tuvieran mejor suerte. Como resultado este
grupo tuvo un desempeño mejor.
En dos experimentos más a un grupo de participantes se les
pidió que trajeran su propio amuleto de la suerte y se volvió a comprobar en una
prueba de memoria y otra de anagrama, que se desempeñaban mejor los que portaban
un amuleto.
En resumen los investigadores plantearon que cuando se tienen
creencias supersticiosas que se ecualizan a través de objetos como los amuletos,
se produce un incremento de la confianza sobre el comportamiento, llevando por
lo tanto a un rendimiento superior, hoy comprobado científicamente. Por lo tanto
se revalida el sentido de una frase tan antigua como popular, y es; lo esencial,
es invisible a los ojos.